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Blog dedicado a la navegacion a vela!
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IMPORTANCIA DEL ARMADO
El optimist, a pesar de ser un barco pequeño necesita que le transmitamos todos nuestros conocimientos a fin de poder aumentar su velocidad a través de las variables existentes en el armado del mismo. Encontrar nuestra forma y asimismo sentirse cómodo y veloz es el objetivo.
Para encontrar nuestra forma, hay que tener en cuenta principalmente el peso del timonel además de los resultados obtenidos en pruebas de velocidad realizados anteriormente, estableciendo un objetivo, es decir, saber cual es el ideal de velocidad que queremos alcanzar a partir de que empezamos a trabajar en esta variable.
La puesta a punto del barco a medida que nuestros conocimientos aumentan se tornan mas complicadas y esto puede impedir la velocidad deseada. Un optimist, como contamos anteriormente, es muy pequeño, pero tiene una gran cantidad de cosas para regular; partiendo desde el tensado de las lingas hasta el nudito de los matafiones, y así provocar un gran cambio en nuestra velocidad siendo este aspecto, sumamente importante en una regata. Es, en definitiva, el resultado de nuestros conocimientos comunicados a nuestro barco lo que va a definir nuestra velocidad en una regata, independientemente del resultado que obtengamos en ella, siendo que esta variable es muy importante pero no la única.
Carlinga
La carlinga modifica la posición del mástil y a su vez la de la vela. La posición que ésta debe llevar, generalmente produce un problema mayor de lo que es, ya que los libros relacionados con el tema pueden contradecirse y producir una confusión al timonel. El mástil produce cambios en el barco, pero creo yo, que éste tiene que amoldarse a la llevada del timonel y de acuerdo a su información y su experiencia fijarse una posición determinada. La Información de un entrenador o algún compañero siempre es válida para nosotros pero el timonel es el que tiene la decisión final.
Marcas del mástil
Este es un control que debemos hacer por obligación del reglamento, antes de correr una regata. La foto nos muestra como la línea de la vela se encuentra entre las dos marcas en el mástil. Ésta no puede estar tocando ninguna de las dos marcas azules del mástil. La línea de la vela se controla con la retenida del puño de tope, pero hay que tener cuidado porque al cazar el pico y vang puede ser que se mueva la vela para arriba o para abajo a causa del estiramiento de los nudos en los cabos. IMPORTANTE: Antes de cada regata hay que revisar estas marcas, ya que si estuvieran en forma incorrecta, podrías quedar descalificado.
Matafiones del mástil
Es importante que todos los matafiones del mástil estén con la misma tensión, sino es así, cuando el gratil de la vela sea filado para aumentar su bolsa, arrugas provenientes de los matafiones mal ajustados van aparecer. La tensión que un matafión del mástil debe tener (a mi gusto) es muy leve, al tirar de la vela un mínimo espacio debe aparecer entre el mástil y la vela. Es común que en vientos fuertes se ajuste un poco mas los matafiones, pero ahí entra en juego el nudito del cabo. Yo, personalmente la única diferencia que hacia con mucho viento es hacer desaparecer ese pequeño agujerito entre el mástil y la vela, pero en todos los vientos me rompía los dedos tratando de ajustar el nudito del matafión.
Matafiones de la botavara
En los matafiones de la botavara lo mas importante es que la vela pase de lado fácilmente y para esto tienen que estar lo mas filado posible, pero cuidado, el limite es de 1 cm entre la vela y el mástil. Lo que uno puede hacer también es filar los dos matafiones del medio de la botavara hasta casi 1 cm y a medida que los matafiones se acercan a los extremos podemos ajustarlos, sin olvidarse de lo mas importante de los matafiones de la botavara (que no perjudique a la vela cuando esta tiene que pasar de lado).
IMPORTANTE: todos los nudos de los matafiones de la vela deben tensarse lo mas que se pueda. Generalmente, cuando un matafión se fila es a causa del nudo y no por el estiramiento del cabo o matafión.
Pata de gallo
El motón de la escota que sujeta a la pata de gallo, suele tener un cabo y un ganchito o mosquetón en la punta que es el que se ajusta a la pata de gallo, como la foto nos muestra. Este cabo agregado entre el ganchito y el motón es para tener o usar menos escota por ejemplo, si la escota mide unos 6 metros luego de poner el cabito se podrá reducir medio metro de escota, de esta manera cuando estemos navegando en ceñida habrá menos cantidad de escota tirada dentro del barco.
La pata de gallo es la que lleva la fuerza de la escota a la botavara y la divide en dos puntos para que esta no curve mucho. La tensión que el reglamento dice que tiene que llevar es menor a diez centímetros entre la botavara y el punto en el que el ganchito de la escota agarra a la pato de gallo. El punto en el que el ganchito toma a la pata de gallo no tiene una sola posición, y no modifica a la baluma como muchos piensan, yo solía usarlo un poco más atrás que a la altura de la caja de orza. Algunos chicos piensan que el cabo de seguridad que va desde el ganchito de la escota hasta el punto medio de la botavara es una obligación, este solo debe trabajar cuando la pata de gallo se rompe.
Puño de amura
El puño de amura como ustedes pueden ver en la foto, se ajusta por medio de dos cabos: uno atado al mástil y el otro atado a la botavara. En los dos puños generalmente se usa el mismo tipo de cabo, de unos 3mm que puede dar dos vueltas al mástil o botavara y que no sea muy duro, así el nudo se puede adecuar mas, impidiendo que se file. La tensión que lleva el puño que agarra al mástil es igual a la del puño de tope, el borde de la vela tiene que estar tocando el mástil pero no puede estar doblado.
El cabo que esta atado a la botavara debe quedar un poco más filado que el anterior, ya que la parte de debajo de la vela (bolsa) tiene una curva amplia y el sobrecasado no dejara pasar la vela con facilidad. Entonces, yo recomendaría que la puntita de la vela quede a medio centímetro más o menos. Luego de haber atado ambos cabos es necesario hacer pasar la vela de lado con la mano para ver si tiene facilidad para pasar de lado.
IMPORTANTE: los nudos de ambos cabos deben tensarse lo más que se pueda. Generalmente, cuando el puño se fila es a causa del nudo y no por el estiramiento del cabo.
Puño de tope
<Es importante que el armado de la vela comience por acá, ya que cada modificación realizada luego del armado de toda la vela producirá un cambio en distintos puntos de la vela.
El puño esta ajustado por 2 cabos diferentes que pueden ser llamados: puño(el de arriba) y retenida de puño (el de abajo).
El cabo de puño debe estar casado hasta el punto en el que la vela toque el mástil y no sobrepasado. Es mejor que quede un poquito filado que sobrecasado, impidiendo que la vela pase de lado en cada maniobra realizada en el agua. Para facilitarle el trabajo de la vela para pasar de lado con vientos calmos, es recomendable utilizar un cabo de 3mm que pueda llegar a dar 2 vueltas al mástil, si el nudo del cabo no se fila y el cabo es resistente podrá usarse una sola vuelta.
La retenida de puño tiene como principal función impedir que el puño no se vaya para arriba cuando el pico sea tensado, pero también controla la altura de la vela con respecto al mástil. Esta retenida debe ajustarse hasta el punto en el que el puño de arriba quede perpendicular al mástil, como nos muestra la foto.
IMPORTANTE: los nudos del puño y retenida de puño deben tensarse con fuerza. Casi siempre, cuando el puño o retenida se fila es a causa del nudo y no por el estiramiento del cabo.
Shock-cord de la orza
En una popa o reach el timonel intentará tomar en cuenta la mayor cantidad de elementos que la regata nos da, por eso no debemos dejar de lado las pequeñas cosas del barco. La orza debe ir en la posición en que nosotros queramos y no en el lugar donde se mantenga firme, por eso el shock-cord de la orza es un elemento para analizar.
La foto nos muestra diferentes posiciones y cómo el shock-cord trabaja. Se puede utilizar una gomita, la que podrá ser de un trozo de manguera para proteger al shock-cord del desgaste y además ayude a que la orza no se deslice. Por medio de otro shock-cord que pasará por atrás de la caja de orza se podrá mantener a la orza completamente abajo durante la ceñida.
Vang y contravang
Estos dos aunque se contradigan en sus nombres tienen la misma función, mantener la punta de la botavara (puño de escota) baja y a su vez impidiendo que la baluma de la vela se abra. El contravang fija un punto en el que la botavara y el mástil hacen contacto, mostrado en la foto, para que no se mueva para arriba ni para abajo, donde luego el vang hace el trabajo para bajar la otra punta de la botavara(puño de escota).
El vang como ya dijimos trabaja para cerrar la baluma y también ayuda a sacarle bolsa(achatar) a la vela. Yo creo que con poco viento a vientos medios el vang se ajusta con respecto a la forme de la baluma de la vela cuando vamos en popa.
Cuando esta muy casado, nos podemos dar cuenta con respecto a toda la vela, no solamente con la baluma, el pico generalmente hace arrugas de sobrecasado pero en este caso, con el vang sobrecasado, no pasara y se recomienda filarlo un poquito.
Cuando esta filado es más fácil de darse cuenta porque 4 cosas son las que suelen pasar: 1.las líneas del pico sobrecasado en la vela se notaran de amplia manera;2.la botavara se moverá bruscamente en cada movimiento realizado sobre el barco;3.la baluma de la vela se abrirá produciendo la ultima consecuencia; 4.el barco estará muy inestable y la llevada del barco se convertirá muy brusca.
Con vientos fuertes el vang juega un papel muy importante junto al pico, explicada en "relación pico y vang", pero su funcionamiento consiste de igual manera que con poco viento, el de cerrar la baluma y achatar la vela en general, pero su tensión será mucho mayor, ejerciéndola también en ceñida y no solamente en popa como en viento livianos y medios. Al ser tan fuerte la tensión del vang en estas circunstancias hay una forma fácil de ajustarla que consiste en sobrecasar la escota de la vela hasta que la botavara este a unos 10cm más o menos del botazo del barco.
El contravang
TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS
Durante el desarrollo de una regata influyen muchos aspectos, además de la capacidad que el timonel puede tener para llevar el barco. Estos son los denominados factores externos, siendo los más importantes las variaciones en intensidad y dirección del viento y la flota con la cual corremos, dicho sea de paso una de la más numerosas del mundo.
Estos factores se tornan complicados ya que en cada regata pueden tornarse diferentes y así romper con algún eventual pronostico realizado por parte nuestra en torno a ese factor previamente analizado, pero la experiencia y la concentración en estos puede convertirlo en una ventaja para nosotros durante la regata, siempre y cuando uno los sepa trabajar.
Existen regatas en la que la velocidad del barco es una herramienta importante para ganar y también uno tiene regatas donde el trabajo de los factores "flota y viento" es lo principal. Por eso es que debemos elaborar tácticas para cada regata, siendo que cada regata es diferente a la otra y la cantidad de variables que se presentan o que debemos priorizar también lo son.
Normalmente antes de las regatas uno intenta describir su táctica en la cabeza pero luego, uno se da cuenta de que no puede emplearla porque la flota lo impide y es ahí cuando uno puede llegar a sentirse desorientado, sin saber para donde ir y quedándose en el peor lugar de todos.
Para que esto no ocurra, uno puede describirse el recorrido, la ubicación de la flota y los posibles cambios que pueden ocurrir, y luego decidir la mejor opción a seguir, tomando como prioridad navegar con viento libre. Uno puede pensar que las posibilidades de los cambios que puedan surgir en una regata son infinitos, pero cuando se conoce y se tiene experiencia las posibilidades se achican prácticamente a 4: virar, seguir, llevar el barco con más velocidad o llevarlo lo mas orzado posible para salir de un desvente.
Como conclusión a esta primera parte de táctica y estrategia, los autores de esta pagina que somos todos navegantes les decimos que en la regata la suerte no es un factor para tener en cuenta; si uno tiene una buena regata, necesariamente tubo que hacer una buena táctica, y si no fue su intensión hacerla no importa el hecho es que la hizo.
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Métodos para comprobar el lado favorecido en una salida.
Si la línea esta puesta perpendicularmente al viento, en teoría no estará favorecida ni por un lado ni por el otro. En este caso vamos a elegir el lado que más nos acerque a la zona de regatas donde queremos desarrollar nuestra táctica.
Podemos también recorrer la línea de un lado a otro con el máximo de vela abierta, y si de un lado hacía otro tenemos que llevar la vela más cerrada, a ese lado debemos largar; ósea que si de boya a lancha voy mas ceñido que de lancha-boya, largo de lancha. Con este método tenemos el riesgo de que nos role el viento después de probar y despistarnos.
Otro que nos puede servir para verificar en un último momento la salida, es aquel en el que ponemos proa al viento, y para donde apunte este será el lado favorecido. También es muy útil ponerse al costado de la comisión y comprobar con la bandera el lado favorecido; formamos una línea imaginaria perpendicular con la bandera y si esta línea nos apunta arriba de la boya; largamos de la lancha (quiere decir que la boya esta retrasada) y viceversa.
Desarrollo de una buena salida
Si no tenemos un barco rápido, nunca nos pondremos en la salida cerca de un barco rápido, que sea superior a nosotros, porque nos puede frenar rápidamente. Sobre esto sacamos la conclusión de que debemos siempre elegir bien los barcos de los que nos rodeamos.
También tenemos que considerar el campo de regatas. Antes de la salida, habremos recorrido el Campo de Regatas y nos habremos hecho una idea de cómo es el mismo. Pues bien, hemos de salir por el lado bueno de la salida si esta nos da una ventaja parcial que consideramos importante, pero siempre tener bien claro como haré para aproximarme a la parte del campo donde pensamos trabajar la ceñida.
Debemos considerar los factores climatológicos como: corrientes; rachas; fondos; mareas; borneos; que son también determinantes para hacer una buena ceñida, con lo cual nuestra salida estará un poco condicionada.
Técnicas de navegación con viento duro
Esquemáticamente son:
Técnicas para los livianitos:
¿Cómo colgarse?. Aunque que esto es una cosa muy propia, vamos a dar algunos consejos.
Técnicas Para Achicar.
Es uno de los problemas que tenemos con viento duro, en la clase Optimist. Debe convertirse en una maniobra más. Puntos a tener en cuenta:
Es un ¡error! esperar a al reach o la popa para achicar es perder muchos metros, y es donde debemos prestar mucha atención para barrenar las olas.
Movimiento del Timon
¿Por qué han de ser suaves los movimientos?. Los movimientos deben ser suaves porque de lo contrario provocaremos un aleteo en la baluma y obtendremos una pérdida de velocidad. Esto debemos sustituirlo con movimientos de cuerpo para pasar la ola.
A medida que aumenta el viento la suavidad o mas bien lentitud debe irse cambiando por rapidez. Con vientos con los que nos tengamos que colgar es muy importante sacar rápidamente el cuerpo.
Los grandes viradores son aquellos que consiguen ganar metros en las viradas con vientos suaves y medios e incluso fuertes, gracias a llevarse el barco a barlovento tras la virada (Roll-Tack).
Posición del Timonel
Máxima a proa siempre que lo permita el viento. Si el barco tiene tendencia a hacer el submarino, un modo de evitarlo es colocarse más a popa, pegar un salto a popa, lo más rápido posible. De todos modos la posición del timonel no es fija. La idea es encontrar el equilibrio del barco. No hundirlo ni de proa, ni de popa.
Como convertir una racha en velocidad
Llevar el barco adrizado durante la racha. Para ello conviene las orzadas (aproarse al viento) al llegar la racha con la escota cazada para no descargar el viento.
Debemos colgarnos sin miedo. Lo que NO tenemos que hacer es sentarnos dentro del barco justo al terminar la racha, ya que en ese momento es cuando nuestro peso nos da el mayor momento de velocidad.
Para aprovechar totalmente una racha debemos anticiparnos, es decir, colgarnos antes de que llegue (unos segundos antes). El barco escorará a barlovento, lo cual no es malo, y cuando llegue la racha se pondrá adrizado (plano) y arrancará.
Conclusión:
Muchos lectores pueden confundir táctica con estrategia a la hora de enfrentar una competición, pero en rigor de verdad cuando la competencia se inicia queda poco tiempo para la estrategia ya que ésta es el arte de dirigir una operación y mal puede pensarse en emplear estrategia cuando se enfrenta a un problema real que debe resolverse de inmediato. Allí lo que se requiere es Táctica.
Pongamos como ejemplo la regata a Río. La Estrategia comprenderá la planificación de la derrota mediante un estudio de los vientos y corrientes más frecuentes para esa época del año, puede contener dos o más alternativas; la conformación de la tripulación, buscando a las personas que más eficientemente cumplan roles y funciones y tengan capacidad de convivir en armonía en situaciones difíciles; la programación de los abastecimientos, en forma de comida y bebida y su conservación por el tiempo de duración de la travesía; las partes, piezas y repuestos para asegurar el funcionamiento de todo equipo vital; las revisiones y mantenimiento de casco, cubierta, herrajes, maniobra, jarcia, velamen, instrumental, comunicaciones, cartografía y planta propulsora; las exigencias de las instrucciones de regata con respecto a la seguridad y equipamiento en general; la evolución de las masas de aire en las semanas previas a la partida; Etc. Etc.
Llegada la hora de la partida la estrategia a seguir debe estar clara y solo admitirá variantes si las consecuencia han sido anteriormente calculadas o las vías de acción se encuentran ante las alternativas posibles.
La Táctica consiste en acciones, a desarrollar aquí y ahora, que permitan cumplir con la estrategia o solucionar, con la mayor rápidez y el mínimo de pérdida, los conflictos que en su desarrollo aparezcan como impedimentos.
Como Reglas de Oro de la Táctica corren detalladas las siguientes:
1) EVITE SER BLANQUETEADO. El aire libre fluyendo sobre las velas es el más eficiente medio de propulsión primario, las turbulencias producidas por la acción de otras velas en el flujo de aire disminuyen la eficiencia en el velamen propio y lo demoran o lo retrasan en la competencia. Sepa que esta blanqueteado cuando su veleta apunta u otro competidor.
2) EVITE LAS POSICIONES DESESPERANZADAS. Ser el barco que está más a barlovento cuando está pronosticada una negada o el de más a sotavento cuando se espera una prestada son situaciones desesperanzadas que se deben evitar. No navegue hasta las lay-line prematuramente, las negadas o prestadas lo pueden dejar sobrado de la marca y habrá regalado valiosas esloras.
3) EVITE QUE ALGUIEN ASUMA UNA POSICION SEGURO A SOTAVENTO DE SU PROA. Ese yate desviará el flujo de aire que incide sobre las velas del yate de barlovento de igual forma que si lo afectara una negada y progresivamente irá cayendo hacia sotavento o hacia atrás. Paralelamente, las reglas de regata indican que el yate de barlovento es el que debe mantenerse claro.
4) SI NAVEGANDO CON BUENAS HACIA UN CRUCE, RESULTARA CONVENIENTE ALENTAR EL PASAJE DEL OTRO COMPETIDOR PARA EVITAR QUE VIRE POR AVANTE NO DUDE EN HACERLO INVITANDOLO A PASAR O CEDALE ESPACIO PARA QUE LO HAGA SIN RIESGO. En cambio, si desea forzarlo a virar reclame por su derecho de paso y su falta de obligación para cambiar de curso.
5) PARTA LO MAS CERCA POSIBLE DEL EXTREMO DE LA LINEA DE PARTIDA QUE ESTA MÁS CERCA DEL VIENTO. Si bien los Oficiales del Día se esmeran en sembrar una línea de partida perpendicular al viento relativo, muy pocas veces lo logran, o no tienen habilidad para corregirla cuando se presentan pequeños borneos.
6) IGNORE LA POSICION DE LA MARCA DE BARLOVENTO CUANDO DECIDE DONDE PARTIR (si la primera pierna es una bordejeada). En la elección del extremo de la línea de partida que más favorece guíese por lo comentado en el punto anterior y no por la apariencia de cercanía o lejanía que presenta la marca de barlovento con respecto a un extremo de la línea.
7) MANTENGASE EN PRIMERA LINEA YENDO HACIA LA LINEA DE PARTIDA. No adopte segundas líneas que lo dejaran estático por largo tiempo debido a la falta de viento. Tome la iniciativa. Busque hacerse de espacio donde más le convenga. Maniobre con agilidad y reclame con vehemencia espacio cuando las reglas le den ese derecho.
8) TOME ALGUNA ENFILACION QUE LE PERMITA SABER CUANDO ESTA SOBRE LA LÍNEA DE PARTIDA. Esta tarea se realiza en las evoluciones previas a la partida. No siempre es posible, pero ocasionalmente un extremo de la línea de partida puede ser proyectado sobre la costa o algún objeto fijo al fondo (baliza, boya, yate fondeado), de modo tal que le permita establecer una enfilación de seguridad para no largar pasado. También será útil para apreciar, en caso de llamada individual, si Ud. es uno de ellos y reaccionar lo antes posible. Los segundos perdidos en reaccionar ante una llamada son muy importantes y la diferencia entre una posición irrecuperable o mantenerse en carrera.
9) MANTENGASE ENTRE SU MÁS INMEDIATO ADVERSARIO Y LA PROXIMA MARCA DEL RECORRIDO. Esta regla de oro le permite neutralizar los cambios de la situación hidrometeorológica y adoptar la misma acción que su adversario, que estando cubierto está controlado.
10) CON VIENTO FRANCO, EVITE SER TAPADO Y NAVEGUE DIRECTO A LA PROXIMA MARCA. Su adversario tratará de quitarle viento como una forma de lograr disminuir su ventaja, no permita que lo haga, maximice su VMG o trasluche y vuelva a hacerlo con aire limpio.
CORTO ASOCIADO Este pequeño comentario esta asociado a lo que se describe en el artículo precedente y si bien no es materia directa del tema tratado tiene un interés especial para el lector.
VIENTO RELATIVO
El Oficial del Día cuidadoso de su misión mide el viento para orientar la línea de partida y para situar las marcas del recorrido. La lancha de la comisión de regatas y las marcas del recorrido estarán firmemente unidas al fondo durante la regata (ojalá así sea) pero el viento que impulsará a los yates en torno al circuito será un viento diferente del que barre la superficie de las aguas.
En efecto, los yates se desplazan respecto al fondo y a las marcas del recorrido sometidos a la acción conjunta de dos agentes, el viento y la corriente. La forma correcta de medir la dirección del viento es hacerlo al garete, es decir, estando sometido a la acción conjunta del viento y la corriente para determinar la dirección de desplazamiento del aire en esa condición. La medición resultante será un viento producto de la composición vectorial del viento meteorológico con el producido por la corriente, de igual dirección y velocidad que ella pero de sentido contrario.
Midiendo ese viento relativo y sembrando la línea y las marcas según él se estará más cerca de obtener una línea de partida equilibrada y una bordejeada que no de "de borde".
Preparar una salida:
Con frecuencia algunos regatistas se quejan de la mala suerte, pero es raro que esa mala suerte no la tengan los que suelen estar en los primeros puestos.
No será que estos emplean un poco más la cabeza, y dedican menos tiempo a quejarse, jugar o pelearse.
Una idea. Dedicar tiempo a la preparación de cada manga.
No se puede salir con el tiempo justo para llegar a la línea de salida.
Y menos para permanecer luego apiñados junto al jurado como si estuvieras en los coches choque de la feria.
Prueba a hacer lo siguiente:
1º Antes de salir infórmate de las corrientes que hay en el campo de regata, de las horas de cambio de mareas.
Observa los accidentes del terreno cercanos a la zona de navegación (montículos, edificios, desembocaduras de ríos, etc.) y su influencia sobre la fuerza y dirección del viento.
2º Sal a navegar con el tiempo suficiente para hacer todas las comprobaciones necesarias sobre lo que has estudiado o nos han dicho del campo de regatas. No te quedes contento con ver que tienes suficientemente tensa la percha.
Si sales con otros del mismo equipo ponte de acuerdo con otro que tenga tu misma velocidad para realizar pruebas conjuntas; por ejemplo navegando uno por cada lado de las zonas en las que dudes por donde ir para comprobar las posibles influencias de corrientes y olas.
3º De vez en cuando aproate y mira la dirección del viento.
Los cambios de intensidad del viento suelen corresponderse con cambios de dirección. Si ves que esto se cumple te ayudará a saber si es bueno virar hacia babor o estribor del recorrido en cada caso.
Así que antes de que el jurado monte la línea de salida tienes trabajo. Ten estudiado por donde intentar realizar TU regata. Solo necesitarás preguntar luego a tu monitor para confirmar tus cálculos e ir afinando en tus observaciones.
Cuando el jurado monte la línea de salida pasaremos a comprobarla.
Deberías tener un sistema pensado y entrenado para salir si sucede cada uno de estos tres casos:
a) No hay ningún lado favorecido.
b) El lado de babor es el lado favorecido.
c) El lado de estribor es el lado favorecido.
Te doy algunas ideas aplicables a los tres y en el próximo capítulo veremos algunas tácticas de salida para cada uno de los casos.
Cualquier táctica que puedas emplear para hacer una buena salida tiene que venir precedida por un buen cronometraje de los intervalos de las señales de salida por lo que:
1. Entérate de las señales y tiempos previstos en las instrucciones de la regata para el procedimiento de salida.
2. Si el barco jurado lleva la bandera de aplazamiento izada; al minuto de bajarla suelen subir la de atención.
Puedes empezar a cronometrar ya si has estado atento, y si no lo has hecho, colócate donde puedas ver al barco jurado y espera para cronometrar en la señal siguiente que será la de preparación y podrás ver si es para tu clase o grupo.
3. Cuando falten dos minutos para la salida debes ya haber decidido como y por donde lo piensas hacer. Si el número de barcos es grande será difícil que salgas bien si no piensas salir amurado a estribor.
4. Ten cuidado para estar dentro de línea cuando vayan a dar la señal de la regla del minuto; y ya debes estar colocado en el mejor sitio posible. Revisa las referencias para mantenerte unos tres metros detrás de la línea, aunque menos con poco viento.
5. Si "corres la línea", frénate un poco para dejar espacio entre el que va delante y tu, para evitar su desvente al salir y sus posibles orzadas anteriores.
6. Si has mantenido esos tres metros debes empezar a cazar y ceñir cuando falten cinco segundos de forma que cuando den la salida te encuentres con velocidad, junto a la línea y ya en rumbo de ceñida.
Prueba estas cosas en los entrenamientos.
ROLES ANTES DE LA SALIDA
Sucede a veces que la línea ha sido perfectamente montada por el jurado para no favorecer ningún lado, pero un minuto antes de dar la salida el viento rola y nos coge en el lado peor. ¿Qué debes hacer en ese caso? Nunca pienses, "pues ya que estoy aquí bien situado salgo por este lado". Al contrario navega lo más rápidamente hacia el lado favorecido. ¿Y qué debes hacer una vez den la salida? Si no hay razones especiales de corriente y el viento continua con el mismo role, debes virar lo antes posible para situarte en buena posición para cuando, -será lo normal-, el viento vuelva a rolar a la dirección original. Además así evitarás ir desventado por los que han salido por la baliza. Busca a toda costa aire libre.
Sal por el lado más próximo a la zona donde piensas que es mejor navegar (por la corriente, viento, u otras condiciones). Si no lo tienes claro, sal por el centro aunque algo pegado al lado de estribor siempre que no te metas en un lío de barcos.
b) Sal amurado a estribor, principalmente para poder concentrarte solamente en tu vela y conseguir así la máxima velocidad en esos primeros metros.
El lado de estribor es el favorecido
a) Claramente debes salir por este lado y amurado a estribor pero atención a:
* Con poco viento tienes que estar en el lugar donde piensas salir al menos 30 segundos antes. No creas que te van a dejar paso entre el barco jurado y sus optimist, y «vas de ala» si te contentas con salir en segunda fila.
** Con viento fuerte es fácil conseguir salir pegado al jurado sin tener que estar situado antes sobre la línea, ya que es difícil estar parados y todos empiezan a correr la línea antes de la señal de salida dejando espacios suficientes.
b) Si no sales el primero por estribor, en cuanto puedas debes dar un bordo para quitarte del desvente de los que han salido delante.
c) Si no tienes mucha práctica y quieres salir bien de todas formas, es también buena opción llegar al lado de estribor desde babor recorriendo la línea aunque sea amurado a babor, pero calcula el tiempo para virar diez segundos antes y colocarte amurado a estribor lo más cerca posible sin meterte en la masa de optimist. Esto es muy práctico especialmente con poco viento.
El lado de babor es el favorecido
a) La salida normal será si haces un buen uso del reloj, y vienes recorriendo la línea para salir amurado a estribor cerca de la boya, pero cuida:
* No salirte de línea ya que tienes pocas referencias si es larga, y la boya la puedes tener tapada por el resto de la flota. Fíjate alguna referencia en el horizonte y no dejes de controlar esto.
* Deja espacio con el barco que tengas por proa y a sotavento. Cuando falten 15 segundos frénate un poco para dejar espacio con el que tengas delante para que no te desvente al salir, y cuando falten cinco segundos toma otra vez velocidad.
* Si ves que llegas demasiado pronto a la baliza más vale dar a tiempo una pequeña vuelta antes que quedar atrapado fuera de línea o comerte el cabo o la baliza.
b) Solo deberías virar y salir amurado a babor si se han amontonado tantos optimist en la baliza que evidentemente no te van a poder dar estribor. No pierdas el tiempo pidiendo paso ya que no van a poder hacerlo; vira antes de llegar a ellos.
La posición y movimientos del cuerpo mientras navegas, viras o simplemente pasas las olas, tiene mucha influencia en la velocidad de navegación.
No siempre deben ser iguales y debes adecuarlos al viento con el que estas navegando.
Además, puede que lo que hacías cuando aprendiste a navegar ya no te sirva porque has cambiado de peso y altura. Ya no pasas tan fácilmente de una banda a otra y tu mayor peso hace que puedas dominar mejor la escora.
Por ello durante los entrenamientos, además de revisar como llevas el barco (- si se ha soltado algún cabito, si llevas la escota cazada adecuadamente, etc. -), tienes que prestar una especial atención al lugar donde vas sentado en la banda, donde pones los pies cuando te cambias de lado, que haces cuando te sientas, que balanceo das a tu cuerpo cuando vas a coger una ola en ceñida o al planear.
Evidentemente la experiencia te lo enseñará, pero te lo enseñará antes si ahora estas atento
Posición del patrón
Tu peso tiene que ayudar a conseguir un barco equilibrado para las condiciones de viento y oleaje del momento.
En condiciones normales puedes observar la estela que deja tu barco. Muévete adelante y atrás y comprueba la variación en la estela y en la velocidad de tu optimist. Observa que cuando más velocidad tienes dejas menos estela; será cuando el barco esté plano.
Un patrón ligero puede ir sentado un poco más atrás y afuera que uno pesado.
Un patrón pesado con poco viento suele navegar con el barco ligeramente contra escorado si no quiere dejar de sentarse en la banda. Esa escora hace que el barco tienda a arribar pero se puede contrarrestar con un poco más de caída del palo.
Con viento fuerte evita que se clave la proa sentandote un poco más atrás, y cuando carga la racha inclina el cuerpo aún más atrás.
Con vientos flojos adelanta el peso y busca tener el barco lo más plano posible.
Movimientos
No te pongas de rodillas para virar y mantente un poco de pie después de virar. Esto ayuda a que estés preparado para equilibrar el barco tanto lateral como longitudinalmente.
Mientras viras evita pisar en la parte trasera de la bañera para no clavar la popa y frenar al barco. Manten los pies abiertos para conseguir el equilibrio según dejes el peso en un pie u otro especialmente en la trasluchada.
Con poco viento, al sentarte hazlo como si quisieras tirar del barco. Aprovecha el movimiento del cuerpo para darle un impulso al barco y un tirón a la vela a barlovento y adelante.
OLEAJE
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Las olas condicionan nuestra forma de navegar |
El mar es tomado por muchos, incluso de forma oficial, como referencia de altura, como una constante de nivel. Los que navegamos sabemos que eso no es así, que de nivel nada o casi nunca. En el mar hay olas. El mar es una sucesión inacabable de subidas y bajadas, a veces más, a veces menos, incluso algunas veces tan poco que nos inspira eufemismos tipo "balsa de aceite".
Los que navegamos nos encontramos siempre con ese factor. Pocas veces tenemos viento sin ola. Sólo en pantanos se da ese fenómeno. En el mar únicamente de forma temporal. Puede haber subido el viento recientemente y el mar aún no se ha formado, pero eso es solamente cuestión de tiempo.
El oleaje, junto con el viento, es lo que determina como debemos navegar, como debemos trimar el barco. Hay formas y formas de olas. Grandes o pequeñas, alargadas o cortas, coherentes con el viento o cruzadas con él. Oleaje contra el que debemos luchar u olas que nos acompañan y ayudan. Todos los oleajes requieren una respuesta por nuestra parte. El viento nos indica las condiciones de aerodinámica de nuestras velas y el oleaje nos acaba de dar las condiciones de navegación y trimaje.
· Paso de ola
Las olas pueden llegar a desventar (Europa) |
Una ola siempre es una subida y una bajada. La subida frena nuestro barco; la bajada lo acelera. Eso como principio. El viento aparente varía en función de esos cambios de velocidad y debemos reaccionar consecuentemente con el timón. De lo que se trata es de mantener SIEMPRE el mismo ángulo de incidencia del viento aparente (que es el que en realidad nos debe interesar) sobre las velas. Subimos la ola, perdemos velocidad, el aparente se abre, orzamos. Bajamos la ola, aceleramos, el aparente va hacia proa, caemos. En ambos casos mantenemos SIEMPRE las lanas bien orientadas. Las maniobras deben ser un poco anticipadas para lograr una buena sincronización. Meter caña no significa que el barco orce inmediatamente sino que empiece a orzar. Anticipándonos lograremos que la variación de velocidad y la variación de rumbo sean sincrónicas. Para eso hay que "leer" el mar, mirar las olas.
Debemos considerar la medida de la ola y la eslora y velocidad de nuestra embarcación. A más eslora y velocidad mayor deberá ser la ola para que podamos maniobrar de forma efectiva. Así como un Optimist debe negociar prácticamente cualquier cosa, un 49er necesita olas de gran calibre para poder hacer algo. Un olaje pequeño en los barcos rápidos sólo tiene un efecto de disminución general de la velocidad. Correremos menos y ya está, el aparente tendrá menos variaciones.
Con el oleaje a favor sucede lo mismo. Nos alcanza la ola, aceleramos, debemos caer. Nos pasa la ola, frenamos, debemos orzar. Las tripulaciones expertas aplican otras medidas para aprovechar mejor esas olas. Cuando les alcanza la ola desplazan el peso hacia proa para incrementar la inclinación del mismo y así acelerar antes. En el momento en que alcanzan la máxima velocidad se desplazan hacia popa con el fin de aprovechar mejor el surfing sobre ella y prolongar el tiempo sobre la parte anterior de la ola.
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Además de acelerar, las olas también frenan (Europa) |
Hace poco navegué con mi buen amigo Miguel Moguer, medalla de oro en los JJ.OO. de Moscú en la clase Flying Dutchman. Salimos en el Laser 4000, con condiciones de viento y mar realmente duras. Fuerza 6 constante con rachas frecuentes de fuerza 7, con oleaje plenamente formado. Es decir, el mar estaba lleno de borregos, realmente impresionaba. Yo iba a la caña y Miguel al trapecio. La ceñida fue una lucha tremenda. En ocasiones navegábamos solamente con el foque, la mayor flameaba como una bandera. Fuimos desde Masnou hasta casi el Port Olímpic de Barcelona con un garbí tremendo. Pasamos una boya imaginaria y volvimos hacia Masnou con el asimétrico izado. Una velocidad realmente impresionante que se debió en gran parte al trabajo que realizó Miguel en el trapecio. En función de la ola se desplazaba desde los obenques hasta prácticamente detrás de mí, y eso que yo iba colgado casi en la punta del ala, tan a popa como podía para evitar clavadas de proa que, a la velocidad que íbamos, eran muy poco apetecibles.
En esas condiciones, incluso con vientos mucho menos fuertes, las variaciones de rumbo suelen ser importantes. Es muy diferente la velocidad en la parte delantera de la ola de la que desarrollamos en la trasera. Si no tenemos una boya a la que ir en rumbo directo, las variaciones serán todas en beneficio de la velocidad. Si por el contrario apuntamos a una boya y las caídas nos pueden sacar del layline, sacrificaremos parte de esa velocidad para realizar el trayecto más corto hacia boya.
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Las olas pueden hacer la navegación mucho más emocionante (Finn) |
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El velaligerista navega siempre bajo su propia responsabilidad |
Pensamos con envidia en las condiciones de las Canarias, con alisios que garantizan viento siempre. O al menos muy a menudo, lo que es incomparablemente mejor que en el Mediterráneo, donde el viento suele ser caprichoso y, con excesiva frecuencia, perezoso.
Nos quejamos que nuestros hijos no entrenan en las mismas condiciones, que los canarios tienen una ventaja clara en las regatas de nivel nacional debido a que entrenan más que los nuestros. Y, en condiciones de viento fuerte, no hay color. El dominio canario es apabullante. Claro, es en el medio en el que entrenan asiduamente.
Pero una simple observación de lo que en ocasiones sucede nos lleva a adoptar un punto de vista un poco diferente. Es cierto que en el Mediterráneo hay menos días de viento fuerte. Pero también pasa que en muchas ocasiones en cuanto el anemómetro marca más de 20 nudos se anulan muchos entrenamientos y regatas. Si eso se hiciera en Canarias sencillamente no saldrían a navegar nunca.
Comprendo la situación de los responsables de las regatas, y no les voy a criticar. Yo, en su piel, también tendería a ser conservador. Los regatistas salen al mar siempre bajo su propia responsabilidad, eso aparece siempre remarcado en las instrucciones de regata, sean para adultos o para niños. Pero unas condiciones extremas pondría en apuros a todo el mundo si tuvieran una debacle de vuelcos e incidentes en el mar. Más vale ser prudentes y aburrirse un poco en tierra y volver a casa sanos y salvos. Eso es absolutamente correcto e irreprochable. Pero el problema es que el punto en que la navegación deja de ser un hecho prudente para pasar a ser una temeridad varía una barbaridad según quien deba decidirlo. Se han corrido regatas en los que muchos padres han sufrido, como el año pasado en Coma-ruga (Tarragona), y se han dejado de correr en condiciones que muchos consideraban que era por pereza del Comité (y aquí no voy a poner ejemplos para no crearme enemigos).
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Cada uno ha de ser consciente de sus propias limitaciones en el mar |
Lo de los padres es sufrir, y a los que no tienen una experiencia propia en la Vela Ligera, hay situaciones que les hacen saltar todas las alarmas, mientras que otros las miran con envidia por el hecho de tenerse que quedar ellos en tierra. En Coma-ruga hubo niños y niñas que salieron al mar y otros que sus padres les hicieron quedarse en tierra. Pequeños y mayores, indistintamente. Los que se dejaban impresionar por el silbido de los obenques de los cruceros amarrados en el puerto, por las rompientes cercanas a la bocana, por los borregos que se veían en el mar, impidieron que sus hijos navegaran. Los demás salieron. Hubo algunos vuelcos, algunos abandonos, y por la noche todo el mundo cenando en casa. Algunos con cara de susto, pero la mayoría con cara de felicidad, de habérselo pasado en grande. No hay que olvidar que el Optimist es un barco extremadamente duro, capaz de navegar en condiciones que dejarían forzosamente en tierra a barcos como el 49er o el Tornado.
Las condiciones de Coma-ruga se han repetido en otros sitios y los niños se han quedado en tierra. Todos. Y eso es fatal. Debería aplicarse siempre el mismo criterio. Poner un límite en el que se pudiera navegar y hacerlo cumplir siempre y en todo lugar. De hecho hay recomendaciones en las guías deportivas de cada federación territorial, pero esas recomendaciones varían de una a la otra, como si navegar con vientos de 25 nudos fuera peligroso en unos sitios y en otros no. Si los canarios navegan con 25 nudos, los demás también deben poder hacerlo. Si 30 nudos es considerado excesivo, debe serlo aquí y donde sea. Pero lo que no es lógico es que unos puedan y otros no. Y en cualquier caso son los entrenadores, amparados por los padres, los que deciden quien navega y quien no, asumiendo la responsabilidad. Yo he visto regatas o entrenamientos con vientos realmente duros, con rachas de más de 30 nudos, y niños que lo aguantaban con soltura, mientras que otros lo pasaban fatal. Es evidente que unos pueden y otros no, por eso debe haber quien decida quien navega y quien no.
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El Optimist es un barco duro, capaz de navegar con más viento que otras clases |
No realizamos regatas con viento porque las consideramos peligrosas. Pero a cambio se hace algo que considero paradójico. Hace poco se celebró un "clinic" (curioso nombre para los entrenamientos especiales que se ha puesto de moda recientemente) en Hyeres (Francia), una zona famosa por la dureza del viento. Se apuntaron numerosos regatistas con el fin de acostumbrarse a navegar en condiciones muy duras, para ponerse a la altura de los canarios en ese tema. Pero, ¿qué no era peligroso? Si no se debe navegar con vientos fuertes aquí, tampoco se debe ir al extranjero. Me recuerda a algo relacionado con una famosa película de Marlon Brando que se proyectaba en los setenta también en Francia, concretamente en Perpignan.
Es evidente que falta una unidad de criterio, que algún organismo establezca lo que es aceptable y lo que es excesivo, basado en la objetividad. Y que se establezca quien puede navegar y quien no, supeditado todo a la autorización expresa del regatista o representantes legales.
Recientemente se celebró en Vilanova (Barcelona) una regata de nivel 2. El sábado 3 mangas, el domingo no se navegó debido al fuerte viento reinante. Un señor ventarrón de poniente. Ese viento alcanzó los 30 nudos en algunas ocasiones. Luego, más bien tarde, fue amainando para establecerse en unos 15 nudos, con rachas de 20. La regata no se celebró, pero muchos entrenadores salieron con sus discípulos a entrenar en la enorme dársena. Un entrenamiento magnífico, con frecuentes cambios de viento, tanto de fuerza como de dirección, de esas condiciones que realmente enseñan a los niños a notar las roladas. Al descender el viento varios entrenadores pidieron la realización de la prueba, que hubiera servido para realizar un siempre conveniente descarte. Pero el Comité dijo que no, que se anulaba. Se habían recibido noticias desde Cambrils (Tarragona), donde el viento soplaba con rachas de nada menos que 54 nudos, y eso les impresionó, pese a la gran distancia entre ambas localidades. Decidieron que ya estaba bien y procedieron a dar el Trofeo por concluido. Poca gente se quejó. Ya era tarde, pese a que aún faltaba para la hora límite, y se habían corrido más que las dos mangas necesarias para la validez de la prueba. al darse la regata por acabada, Toni Rivas, entrenador el Club Náutico Garraf (Barcelona), decidió que las condiciones eran tan buenas para navegar que propuso realizar una travesía desde Vilanova hasta Garraf, algo más de 9 millas. Toni Rivas es un expertísimo navegante, con una victoria en un Mundial de Optimist, otra en un Campeonato de Europa de Moth Europa y nada menos que nueve títulos de Campeón de España en diferentes clases en su largo palmarés. Considerado el mejor regatista catalán en activo y sin duda un excelente entrenador, sino el mejor. Sugirió que todos los regatistas de su club, salvo una chica que todavía no está preparada para todas las condiciones, en vez de volver a tierra y dar el día por acabado salieran de la dársena y pusieran rumbo a Garraf, aprovechando la dirección del mar y del viento, que les era portante. Los padres aceptaron. Y los chavales estuvieron un poco más de dos horas navegando al largo, con puntuales ceñidas y traveses, según ordenase el entrenador, con un viento que fue creciendo hasta más de 25 nudos en algunas ocasiones.
Y no pasó nada. Bueno, sí, que llegaron a Garraf con una expresión exultante en la cara. ¡Unas planeadas fabulosas! Una sensación de potencia y velocidad que pocas veces se experimentan en un barco tan pequeño. Tomar una de las grandes olas que les alcanzaban por popa y surfear como ven hacerlo en las películas. ¿Miedo? Eso es lo que intenté averiguar. ¿Habían llegado a pasar algo de miedo o a captar algún peligro? En absoluto. Algún vuelco, bastantes "submarinos", nada que no pase también cualquier otro día cuando se arriesga en las maniobras. Lo levantas, achicas y sigues. Los demás esperan haciendo maniobras y de nuevo a correr todos juntos hacia casa.
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¿Prudencia u osadía? Difícil compromiso |